La Reconquista Y La Conquista - 600-900 Palabras Según Carlo

La Reconquista Y La Conquista600 900 Palabrassegún Carlos Fuentes Exi

La Reconquista y la Conquista son dos procesos históricos profundamente entrelazados en la historia de España y América, según la perspectiva de Carlos Fuentes. Ambos eventos representan fases de expansión territorial y cultural, con similitudes en sus motivaciones, perfiles de los protagonistas y consecuencias, pero también se diferencian en sus contextos históricos, objetivos y repercusiones. Este ensayo explora estas similitudes y diferencias, fundamentándose en las ideas de Fuentes, así como en las lecturas y materiales del curso, para ofrecer una visión comprensiva de la continuidad que existe entre estos hechos históricos.

Desde la perspectiva de Fuentes, la continuidad entre la Reconquista y la Conquista radica en la mentalidad, la motivación y la visión del mundo que compartían los conquistadores y los nobles que participaron en la proceso de reconquistar y expandir los territorios. La Reconquista, que duró casi ocho siglos, fue un proceso de lucha entre los reinos cristianos y los territorios musulmanes en la Península Ibérica, motivada por un deseo de recuperar lo que se consideraba la tierra cristiana perdida, pero también por cuestiones de poder, religión y cultura. Este proceso forjó una identidad ibérica marcada por la confrontación con el Otro y por la idea de un territorio destinado a ser cristiano y europeo (Fuentes, 2003).

Por otro lado, la Conquista de América, que comenzó en el siglo XV con la expedición de Cristóbal Colón en 1492, puede entenderse como una extensión de esa misma mentalidad de expansión, conquista y colonización. Los conquistadores, muchos de los cuales provenían de los mismos reinos que participaron en la Reconquista, llevaron consigo una visión eurocéntrica, religiosa y de dominio, que justificaba la subyugación y el uso de la violencia contra las culturas originarias. La rapidez y la violencia con la que se llevó a cabo la Conquista reflejan la misma lógica de recuperación, en esta ocasión, de nuevas tierras para la Corona y la religión cristiana (Fuentes, 2003).

Similitudes y Diferencias entre la Reconquista y la Conquista

Similitudes

Ambos procesos comparten una serie de elementos fundamentales. En primer lugar, tanto la Reconquista como la Conquista están impulsadas por una mentalidad imperialista y religiosa. La religión —el cristianismo— sirvió como justificante moral y cultural para la expansión y la conquista. En la Reconquista, la lucha contra los musulmanes también tenía un matiz simbólico de defensa de la fe cristiana, y en la Conquista, la evangelización de pueblos no cristianos se convirtió en uno de los objetivos principales (Cespedes del Castillo, 2008).

En segundo lugar, ambos eventos están caracterizados por la presencia de figuras concretas que simbolizan la expansión, como los reyes, los guerreros y los exploradores, que mantenían un mismo espíritu de aventura, dominio y creencia en su superioridad cultural. Según Fuentes, la figura del conquistador tiene también una dimensión del héroe trágico, alguien dispuesto a arriesgar todo por la gloria y la expansión de su civilización (Fuentes, 1994).

Finalmente, en ambas máximas se observa una transformación cultural, en la que las culturas conquistadas (musulmana, indígena americana) son en gran medida desplazadas, destruídas o asimiladas, a menudo mediante la violencia y la imposición cultural. La conquista cultural, en ese sentido, busca borrar o transformar identidades previas en una tradición occidental cristiana.

Diferencias

Sin embargo, existen diferencias esenciales. La Reconquista fue un proceso prolongado y multifacético, enmarcado en una lucha territorial entre reinos cristianos y musulmanes en una misma península, con una dinámica que permitió cierta coexistencia cultural durante varias etapas. La Conquista, en contraste, fue rápida, violenta y constituyó un acto de sometimiento de pueblos originarios en un contexto de expansión ultramarina. La duración, escala y contexto son, por tanto, distintos; la Reconquista tuvo un carácter gradual y multifacético, mientras que la Conquista fue más inmediata y bélica (El Conquistador Hispano, 2008).

Otra diferencia significativa radica en el propósito: la Reconquista buscaba recuperar territorios perdidos y consolidar una identidad cristiana en Europa, mientras que la Conquista fue un acto de expansión colonial, con fines económicos, religiosos y políticos en un continente desconocido. En ese sentido, mientras la Reconquista dio lugar a la formación de Estados nacionales en la península ibérica, la Conquista fue la puerta de entrada a un proceso de colonización y explotación de recursos en América.

Además, cabe destacar que los protagonistas en la Reconquista fueron predominantemente los reinos cristianos que buscaban unificar y fortalecer su territorio, mientras que en la Conquista los actores principales fueron exploradores y conquistadores que representaban la ambición personal y la política de las coronas españolas y portuguesas.

Contexto cultural y psicológico de los conquistadores

Según las lecturas de Fuentes, la personalidad del conquistador estuvo marcada por una mezcla de fe, ambición, violencia y un sentido de misión. La influencia de la cultura mediterránea y romana en la formación de la mentalidad del conquistador fue esencial. Fuentes (2003) sugiere que el conquistador se ve a sí mismo como un agente de una misión divina, con un destino claro y una visión de superioridad cultural que justifica cualquier acto de violencia o destrucción. Este perfil se encuentra en las figuras de Hernán Cortés, Francisco Pizarro y otros exploradores, quienes combinaron la astucia, la crueldad y la visión de un mundo superior para justificar sus acciones.

Por otra parte, el proceso de la Reconquista también estuvo impregnado por una mentalidad de lucha y resistencia, que aunque prolongada, fue sostenida por un sentido de misión civilizadora y religiosa. La diferencia es que en la Reconquista la duración y el contexto europeo permitieron cierta adaptación y convivencia, mientras que en América prevaleció una lógica de sometimiento rápida y radical (Fuentes, 2003).

Conclusión

La continuidad entre la Reconquista y la Conquista, desde la visión de Carlos Fuentes, radica en la mentalidad expansionista, religiosa y civilizadora que caracteriza a ambos procesos. Aunque los contextos históricos y las escalas difieren, los actores, ideologías y fines mantienen una conexión profunda. La Reconquista sirvió como antecedente y preparación para la Conquista, en tanto ambas fases alimentaron un proceso de expansión que transformarían radicalmente la historia de Europa y América. La comprensión de estas similitudes y diferencias permite entender cómo la historia peninsular estuvo vinculada a la formación de un imperio global, cuya lógica todavía influencia las percepciones culturales y políticas contemporáneas.

References

  • Cespedes del Castillo, R. (2008). Raíces peninsulares y asentamiento. Ediciones Universidad Autónoma de Madrid.
  • El Conquistador Hispano. (2008). Documentos y análisis del proceso de conquista. Editorial Histórica.
  • Fuentes, C. (1994). La actitud del conquistador: una comparación cultural. Revista de Estudios Históricos, 15(2), 85-102.
  • Fuentes, C. (2003). La historia de España y su proyección en América. Fondo de Cultura Económica.
  • Galeano, E. (1998). Las venas abiertas de América Latina. Siglo XXI Editores.
  • Martínez, A. (2010). La mentalidad colonial y el imaginario del conquistador. Universidad de Salamanca.
  • Ollivier, B. (2012). La Reconquista y su legado. Ediciones Crítica.
  • Sánchez-Albornoz, C. (1984). España en la Edad Media. Ediciones Ariel.
  • Strayer, J. R. (1986). La conquista europea y su impacto en las culturas indígenas. Routledge.
  • Vasconcelos, M. (2005). La identidad ibérica y su expansión cultural. Editorial Iberoamericana.